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El delicioso mar que bordea Marbella aporta mucha relajación y disfrute a sus residentes. Remar, nadar, bucear o navegar: la agradable temperatura del agua siempre deja con ganas de más. Pero que el mar también dé vino es una noticia inesperada para Marbella.
Envejecer el vino bajo el agua es una nueva tendencia en el país de la enología. Las botellas de vino se depositan en el fondo del mar y envejecen allí hasta que adquieren un sabor inconfundible. La temperatura y el suave vaivén del mar contribuyen a un proceso de envejecimiento único.
Este nuevo método de envejecimiento encaja a la perfección con el estilo de vida marbellí, que incluye una refinada gastronomía. Así que, curiosamente, tanto el clima culinario como el marino son apropiados para esta tendencia, que ha sido recogida por el famoso enólogo Federico Schatz. Para su nuevo experimento, buscó un lugar que reuniera las condiciones idóneas. Lo encontró frente a la costa de Marbella, donde el agua del mar se mantiene a una temperatura estable -entre 13 y 16 grados centígrados- y hay una presión moderada en las botellas. Esto hace que el vino madure lentamente y de forma más refinada.
El envejecimiento del vino bajo el agua lo hace “innegablemente distinto” en comparación con los vinos envejecidos a la antigua usanza, afirma Antonio Martínez en The Olive Press (2014). Él está a cargo del experimento y asegura que las primeras pruebas de cata revelan que el vino bajo el agua es un “vino completamente diferente”. El color era más profundo, el sabor más “fresco” e incluso se percibía un toque de salinidad que se notaba más en la mineralidad natural del vino. Pero, atención. Envejecer el vino bajo el agua no hace posible lo imposible. “Si metes un vino malo, te devolverán un vino igual de malo”.
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Fuente: The Olive Press, 2014. Imágenes vía Pixabay y Evan Swigart.
